sábado, 6 de octubre de 2007

La " II Gran Locura Mundial" y la natación


Es sabido, por evidente que las épocas de guerra no benefician en nada la actividad deportiva, y la “II Gran Locura Mundial” no fue, lógicamente, una excepción, aunque ello no signifique que se dejaran de lado todas las actividades deportivas. Desde que el 1 de septiembre de 1939, Alemania invadió a sus vecinos polacos, iniciando aquella espantosa carnicería, la actividad deportiva, la natatoria en nuestro caso, se ralentizó en una gran medida, aunque el hecho de que la guerra no se generalizase hasta algunos meses después, hizo que no desapareciera del todo, y, todavía, en plena guerra, subsistiera, en algunos países, hasta el punto de que durante aquel periodo que va entre el 1 de septiembre de 1939 hasta el 7-8 de mayo de, con la capitulación de Alemania, o el 2 de septiembre, ambos de 1945, con la del Japón, se batieron incluso un relativamente gran número de récords mundiales.

De ellos mencionaremos únicamente los 19 que se batieron en las pruebas métricas de las distancias que hoy en día se nadan, dejando de lado los conseguidos, un importante total de 39, conseguidos en pruebas, ya sea en yardas, ya sea en distancias métricas que hoy en día ya no se nadan oficialmente.

Si los clarines de guerra empezaron a sonar en Europa el 1 de septiembre de 1939, solo 21 días después se batía el primer récord mundial. Holanda, aunque amenazada por el expansionismo alemán, se mantenía neutral, y la natación, sobre todo la femenina, era uno de los deportes en los que más brillaban. Aquel 22 de septiembre, la espaldista Cor Kint nadaba en Roterdam, p.25m., unos 100m. en 1,10”9; dos meses más tarde, hacia lo mismo con el de los 200m., 2,38”8, superando en ambas distancias los anteriores récords de su compatriota Iet Koster-Van Feggelen, 1,12”9 del 26/11/1938, y 2,39”0 del 18/12/1938. Pocos meses después, 10 de mayo de 1940, las tropas alemanas atacaban alevosamente al pequeño país de los tulipanes, simultáneamente con Bélgica y Luxemburgo, destrozando sus principales ciudades, de las que desapareció prácticamente la actividad deportiva.

Mientras, en un país neutral como era Brasil, terminaba su eclosión deportiva una gran nadadora que únicamente al tener la desgracia de coincidir con el estallido de la conflagración mundial, no consiguió lo que de ella se esperaba. El 8 de noviembre de 1939, Maria Lenk, recientemente desaparecida, se convertía en recordista mundial de los 200m.braza (ya lo era de los 400m.braza, conseguido pocos días antes) al señalar un tiempo de 2,56”0, en Rio de Janeiro, p.25m. y agua de mar. Lenk fue la primera recordista mundial que nadó toda la distancia en mariposa, así como la primera mujer sudamericana en participar en unos Juegos, Los Ángeles-1932, pero también en los de Berlín-1936, donde no pasó de las semifinales, nadando una mariposa que en aquellos tiempo comenzaba a hacerle la competencia a la braza “clásica”, pero que todavía no estaba preparada para superarla.

Otro de los pequeños países que sufrió también los embates de la guerra, fue Dinamarca, aunque la dinàmica que sufrió fue muy diferente de la holandesa. Considerados por los alemanes poco menos que como “hermanos de raza”, Dinamarca fue ocupada igualmente en abril de 1940, aunque los daneses, conscientes de que tenían demasiado a perder si oponían resistencia, optaron por la rendición sin ambages, lo que les permitió sobrevivir sin excesivos problemas durante los dos primeros años de ocupación.